
A diferencia de las fosas clandestinas, en estos sitios se usan métodos como la incineración, trituración o disolución en ácidos para eliminar cualquier rastro de las víctimas.
Los campos de exterminio en México no son cosa nueva. Desde hace más de 20 años, grupos criminales han utilizado estos lugares para desaparecer personas de manera sistemática, según reportes de El Universal.
A diferencia de las fosas clandestinas, donde los cuerpos suelen ser enterrados, en estos sitios los restos son quemados, triturados o disueltos en químicos como la sosa cáustica, con la intención de no dejar evidencia.
Aunque ha habido hallazgos en Jalisco, Tamaulipas, Michoacán, Coahuila y Baja California, colectivos de búsqueda han denunciado que muchas veces las autoridades no actúan rápido o minimizan estos casos.
¿Qué son los campos de exterminio?
Son lugares donde grupos criminales asesinan y eliminan cuerpos de manera controlada y con métodos que buscan borrar toda evidencia. No son lo mismo que las fosas clandestinas, ya que aquí los restos son destruidos casi por completo.
Uno de los casos más conocidos es el de Santiago Meza López, mejor conocido como «El Pozolero», quien en 2009 confesó haber disuelto alrededor de 300 cuerpos en ácido en Tijuana durante casi una década.
Estados donde se han encontrado estos sitios
Estos son algunos de los hallazgos más impactantes en México:
- Jalisco: En el rancho Izaguirre, en Teuchitlán, colectivos han denunciado que decenas de personas fueron asesinadas y calcinadas en hornos clandestinos.
- Tamaulipas: La Bartolina, en Matamoros, es un predio donde se han recuperado más de 500 kilos de restos óseos. Las investigaciones tardaron años en arrancar.
- Michoacán: En el auge del cártel La Familia Michoacana, se encontraron restos humanos en el motel Paraíso y el ejido El Panteón.
- Coahuila: En la Laguna, el colectivo Grupo Vida ha identificado 27 puntos con fragmentos óseos, especialmente en Patrocinio, donde hay miles de huesos calcinados.
¿Por qué las autoridades no hacen nada?
Colectivos y familias de desaparecidos han señalado que la respuesta oficial suele ser lenta o nula. Edith González, de Amor por los Desaparecidos, dice que aunque siguen encontrando estos lugares, las fiscalías tardan en levantar los restos o ni siquiera los investigan.
Por su parte, Ceci Patricia Flores, de Madres Buscadoras de Sonora, denuncia que las autoridades tratan de esconder el problema y minimizarlo, porque «no les conviene que todo esto salga a la luz».
¿Qué hacen los colectivos?
Ante la falta de acción del gobierno, los colectivos han tomado la tarea de buscar a sus desaparecidos por su cuenta, usando palas y picos para excavar en terrenos baldíos, ranchos y parajes solitarios.
- En Tamaulipas, el colectivo 10 de Marzo sigue trabajando en La Bartolina.
- En Coahuila, Grupo Vida calcula que les tomará 20 años revisar todo el terreno de Patrocinio.
¿Qué dicen las autoridades federales?
La presidenta Claudia Sheinbaum dijo que es clave saber qué pasó realmente en el rancho de Jalisco donde se encontraron hornos crematorios. «Se necesita investigar antes de sacar conclusiones», afirmó.
El fiscal Alejandro Gertz Manero reconoció que el hallazgo es grave y cuestionó cómo es posible que las autoridades locales no supieran lo que pasaba. La FGR investigará si hubo complicidad o negligencia antes de atraer el caso.
Mientras tanto, los colectivos siguen buscando respuestas y justicia por cuenta propia.